March 19, 2019

Perdida en la historia

by Audrey Smith

El picaporte era de bronce. Un picaporte de una puerta importante, alta y de una madera noble. El marco estaba pintado de un color verde brillante, y la puerta hizo un chirrido cuando la abrí.

El aroma de pan recién horneado y el ruido de la calle asaltaron mis sentidos, y quería buscar para ver de dónde llegaban. Vi gente por todas partes, corriendo, recogiendo cosas, hablando con urgencia. ¿Qué estaba pasando? No lo entendía pero era obvio que no estaba en un momento de alegría. La gente me parecía muy preocupada, con caras serias, con determinación.

—¡Las tropas han llegado a Casa de Campo! —exclamó una mujer en la puerta de la panadería.

«Casa de Campo… ¿Madrid?», pensé.

—¡No pasarán! —gritó un hombre pasando por la calle.

—¡No pasarán! —respondió la mujer.

Observé que la gente llevaba ropa formal, trajes sastre, y yo estaba allí con mis vaqueros y una chaqueta de piel.

De repente, alguien cogió mi brazo y me empujó dentro de una casa que parecía abandonada. «¡Venga conmigo!», me dijo mientras tropecé entrando por la puerta. Sentía miedo. ¿Quién era ese hombre y por qué estaba yo allí?

—No está segura —me explicó—. Piensan que van a vencer pero esta vez son más fuertes, hay un montón de tropas. Usted es inglesa, ¿verdad? —me preguntó.

—Sí —respondí.

—Tenemos que llegar al hospital donde están los otros —dijo.

—No entiendo —respondí.

—Usted es de las Brigadas Internacionales, ¿verdad? —me preguntó.

En ese momento, entiendo todo. Estoy en Madrid, probablemente en noviembre de 1936.

No entiendo por qué, pero es obvio que tengo que parecer normal y seguir a este hombre. Vamos por los callejones, no entiendo dónde estoy. Confío totalmente en este hombre, no sé por qué. Me parece mi única opción.

Llegamos al hospital y encontramos una multitud de gente, llenando a rebosar el hospital. Son ingleses, rusos, americanos, franceses y algunos alemanes. No me hacen caso.

«¿Qué hago ahora?», me pregunto. Tengo que volver a la puerta por donde entré. No quiero luchar en la guerra civil de España. Aunque sea una buena causa, la guerra no es para mí y estoy segura de que una chica llevando vaqueros y una chaqueta de piel no tiene que participar.

Pierdo a mi nuevo “amigo” entre el montón de gente y salgo para la salida detrás del hospital. Huelo de nuevo el aroma del pan y sigo andando en su dirección. La puerta con el marco verde aparece en frente, la abro, y despido al Madrid de 1936.

Audrey is an Australian expat living in Palma de Mallorca (Spain).

She teaches English online at englishontherun.net